/ Fotografía de Boda
Boda en Casa Setién.
Nos escapamos a Formigal para celebrar nuestro tercer aniversario de novios, y después de un maravilloso día de eskí, una buena cena y una copa, vino la pregunta… ¿quieres casarte conmigo…? Y se abre una caja con unos pendientes que habíamos visto en un escaparate de una joyería dos años antes y yo le había dicho: si algún día nos casamos será con esos pendientes, y ahí estaban, mis pendientes de novia, empezando la casa por el tejado, así soy yo.
La maquinaria de nuestra imaginación empezó a engranarse y empezamos los preparativos de la forma que más nos caracteriza; personalidad e intensidad. Nada más llegar a casa pusimos fecha y la primera llamada que hicimos fue a nuestros amigos Juan Luis y Lourdes “Galería”, había cosas que teníamos claras y que ellos serían nuestros fotógrafos era una de ellas.
Pasaban los meses e íbamos avanzando y llegaba el momento tan ansiado para cualquier novia, elegir el vestido, para mí lo más complicado.
Jamás pensé que con todas las veces que en mi cabeza me había vestido de novia me costaría tanto encontrar el ves(do de mis sueños, quería que dijese todo de mí, y a la vez sorprender a mi gente, combinación complicada pero con paciencia, tesón, un boceto y unas excelentes profesionales que me conocían desde que nací… voilá, ahí estaba mi vestido de la mano de Mara Torrelavega.
Y Llegó el gran día, ese con el que llevábamos un año y medio anhelando, ese día al que tantas ganas, empeño e ilusión le habíamos puesto. Amanecí tranquila, con el propósito de saborear cada minuto de mi día y así fue, me sen4a en una nube.
Al llegar a la iglesia del brazo de mi padre y ver a Aitor tan feliz rodeado de toda nuestra gente sólo podía pensar que no podía pedir más, ilusa de mí… lo mejor estaba por llegar.Nos dirigimos al restaurante, Casa Setién donde los invitados nos esperaban con una actitud sobresaliente, se respiraba felicidad en aquellos jardines, tenían ganas de 7estay estaban en la boda ideal para ello.
Cada vez que levantábamos la mirada hacia nuestro alrededor no dábamos crédito a lo que estábamos viviendo, todos nuestros familiares y amigos con sus mejores sonrisas compartiendo nuestro día con la misma ilusión con la que nosotros habíamos preparado todo para sorprenderles.
¿Todo eso lo habíamos conseguido nosotros? ¿Juntar a todas esas personas derrochando carcajadas era cosa nuestra?
La fiesta siguió hasta la madrugada, fotomatón, música en directo, toro mecánico, dj…un poquito de todo; y aunque aún que si es verdad que es un día en el que las horas pasan más rápido de lo normal aún recuerdo como despedíamos a nuestros invitados con una gran sonrisa de satisfacción, había pasado rápido, sí, pero había sido perfecto.
A día de hoy seguimos agradeciendo a todas esas personas que formaron parte de ese día de ensueño por haber superado todas nuestras expectativas. Cada vez que abrimos nuestro álbum volvemos a sentir la magia de ese 18 de agosto gracias a ellos, ellos que son un poco magos, aunque en vez de una varita tienen una cámara y su magia.
Aunque en vez de una varita tienen una cámara y su magia funciona a golpe de disparo, Juan Luis y Lourdes, por plasmar cada segundo, por su ayuda, por vivirlo desde el primer minuto con la misma ilusión que nosotros, por sus picardías cuando nos notaban un poco tensos ,por su cariño y por querer sorprendernos y haberlo conseguido, y es que como dice Ansel Adams “El componente más importante de una cámara está detrás de ella”. Y nosotros no podemos estar más de acuerdo.
Aitor & María
Vestido y tocado de novia: Mara Torrelavega
Traje de novio: Calvin Klein
Restaurante: Casa Setién
Peluquería: Peluquería Estitxu
Maquillaje: Menta centro de estética
Flores: Peñas Blancas
Decoración y detalles: Lambiques
Fotografía: Galeria